Después de pasar la noche en el pabellón, comenzamos temprano el sábado, ya que tenemos muchos kilómetros por recorrer en esta jornada.
6:30. Dormir en el pabellón ha sido toda una experiencia. No se descansa tan bien como uno quisiera, pero es una vivencia que enriquece el reto. Escuchar los ronquidos de algunos, las flatulencias de otros, desnudos y olores en los baños… genera camaradería. Je, je, je.
El movimiento comienza temprano, debemos prepararnos y dejar todo recogido antes del desayuno, y ahí está Gaspar con su micrófono animándonos en estas primeras horas.
Una vez que todo está organizado, nuestros compañeros se encargan de cargar los autobuses, mientras Falcato y yo nos dirigimos al restaurante para adelantar el desayuno, ya que somos los primeros en iniciar el primer tramo de la etapa.
Ángel y yo llegamos al restaurante y todo está listo. Madre mía, qué despliegue. Fruta, bizcochos, tostadas, magdalenas… solo echo de menos algunos cereales, pero todo es increíble. Debo controlar «mi cerebro de gordo» para no excederme, ya que en poco tiempo nos toca correr. Una vez que estamos todos, compartimos las diferentes experiencias nocturnas, tanto las del pabellón como las del hotel, que también las hay.
7:50. Ya estamos fuera, la música suena en la plaza, el equipo de animación nos prepara un buen calentamiento antes de comenzar a correr.
La foto grupal no puede faltar, y antes de empezar a correr posamos todos juntos debajo del arco.
Rumbo a Yela
La mañana está fresca, el cortavientos me viene muy bien, y comenzamos a correr en dirección a Yela. El primer tramo del camino es estrecho, formando una «serpiente» de corredores en fila, con unas vistas impresionantes a nuestra derecha. Este reto es un verdadero placer.
El punto de avituallamiento nos espera en Villaviciosa de Tajuña, pero antes debemos subir una cuesta para entrar en calor.
Después del avituallamiento, continuamos en dirección a Yela por un camino sencillo, aunque en algunos momentos la pisada se complica por los arados que debemos cruzar.
Llegamos a Yela, un fuerte abrazo a mi compañera, ya hemos sumado los primeros 13 km del sábado. Estoy contento porque no he sufrido y mi pierna derecha no ha dado problemas.
Bea parte hacia Masegoso
Comienza el segundo tramo de la mañana y es el turno de Bea, que ahora está más tranquila después de completar la etapa del día anterior. Sale corriendo con el grupo en dirección a Masegoso de Tajuña.
Con los deberes hechos, la mañana se presenta de manera más relajada y con ganas de disfrutar de las diferentes paradas.
Después del avituallamiento y algunas fotos, nos subimos al autobús en dirección a Valderrebollo, punto de avituallamiento y animación para el grupo de corredores de este segundo tramo.
¡Y vaya sorpresa nos encontramos al llegar a Valderrebollo! Las amables señoras del pueblo nos esperaban con café, rosquillas, pastas y otros dulces que ellas mismas habían preparado. ¡Esto es gloria bendita! Afortunadamente, ya habíamos corrido y podíamos permitirnos disfrutar un poco de estos exquisitos dulces.
Entre bocado y bocado llegan los corredores, los cuales alucinan con el nivel de este avituallamiento.
Después de dejar la mesa vacía entre todo el grupo, nos dirigimos a Masegoso de Tajuña, donde la organización nos tiene preparado un almuerzo sorpresa en el punto de avituallamiento. ¡Estamos comiendo más de lo que estamos corriendo! Je, je, je.
Luis, calienta que sales
Nuevamente, entre bocados y tragos, llegan los corredores, y el nuevo grupo se prepara para comenzar su tramo. Nosotros partimos rumbo a Cifuentes, el pueblo donde se realizará el último relevo de la mañana.
En Cifuentes, encontramos mucha animación. El punto de relevo es en el parque y los vecinos del pueblo se han acercado para disfrutar del alboroto que causamos.
Es hora de realizar algunos bailes y coreografías, que se mezclan con la llegada de los corredores.
Pablo, el último de la mañana
Llegó el turno del último grupo de corredores de la mañana, nuestro capitán, pero antes de que salga, aprovechamos para hacernos la foto RunQuijotes.
Animamos a los corredores en la salida para que partan y rápidamente vamos a los autobuses hacia Gargoles (disculpen, no recuerdo si era Gargoles de Arriba o de Abajo), ya que llevamos algo de retraso en la agenda.
Para solucionar esto, mientras esperamos a los corredores en el punto de avituallamiento, la organización propone una alternativa para la comida de los corredores del primer turno de la tarde. Ellos comerán después de su etapa, para no retrasar la salida de Trillo, una decisión bastante acertada.
También aprovechamos el tiempo de espera para afinar la letra de lo que será nuestra propuesta de «himno» del Reto.
Finalmente, Pablo llega junto con el resto de los corredores. La parada en el avituallamiento es breve y vuelven a partir en dirección a Trillo, y nosotros, volvemos a subir al autobús (que va para allá) para realizar el último viaje de la mañana.
Ya en Trillo, la organización ha dispuesto el pabellón de deportes de la ciudad para que todos aquellos que deseen puedan ducharse en sus instalaciones, antes o después de comer.
Trillo se ve espectacular con su río y sus cascadas. La temperatura es perfecta para comer al aire libre y disfrutar de las vistas desde la terraza.
Dado que la etapa de Pablo era larga, tenemos un tiempo para descansar tranquilamente después de la comida.
Desde nuestra posición, podemos ver cómo llega Pablo y nos acercamos para darle la bienvenida que se merece.
¡Hemos completado la segunda etapa, la mitad del Reto está conseguida!