Historia
La carrera de la Noche de San Antón fue concebida y se celebró por primera vez en 1984 con el propósito de impulsar la tradición de unir para siempre la prueba deportiva y la fiesta religiosa de San Antón, la cual gira en torno a las hogueras.
Desde entonces, el fuego dejó de prender únicamente en las lumbres para hacerlo también ya en las antorchas que se repartían, y reparten, con motivo de la carrera. La analogía con la historia de la ya citada llama olímpica y con su versión, portable, la antorcha olímpica, es más que evidente.
Así como en Olimpia el fuego pasaba de la llama eterna a la antorcha olímpica, en Jaén lo hace de las lumbres a las antorchas que aportan luego magia a la carrera.
El ritual del músculo y el fuego.
Recorrido
Por primera vez, este año la prueba ha contado con un 10k homologado, tras ampliarse el recorrido en unos 200m. De esta manera los participantes pueden acreditar sus marcas en pruebas de 10K a nivel nacional e internacional.
Mis impresiones
No es una carrera sencilla, ya que las calles de Jaén o son cuesta arriba o son cuesta abajo. 202m de desnivel positivo.
Pese a ello, vas en volandas ya que la ciudad se vuelca en esta carrera. Cada metro de sus 10km , pese a la meteorología poco favorable de este año, hay gente animando a los 14.000 corredores que este año la han disputado.
El ambiente es increíble, que con el fuego de las hogueras y antorchas se vuelve mágico.
Es normal que los dorsales se agoten en apenas 3 horas.
Si tienes intención de correr, debes intentar acreditar buena marca, ya que en los cajones más populares es tal el volumen de gente que se hace imposible correr en los tramos más estrechos del recorrido.
Es una carrera que todo corredor debe disfrutar.
